PIES QUE CORREN DE NOCHE


Cuando caminamos, parece que la Luna nos sigue. Pero lo mismo dice una persona que va en dirección contraria, entonces, la Luna no puede seguir a dos personas al mismo tiempo y en direcciones y sentidos opuestos.
Cuando viajamos en auto o en tren, vemos que los árboles cercanos se mueven en la dirección contraria a la nuestra. Los más lejanos también, pero no tan rápido como los cercanos. ¿Y los que están lejos en el horizonte? También, pero de una manera casi imperceptible. Los objetos lejanos, parecen moverse en la dirección opuesta pero más despacio cuanto más lejos están. El ángulo con vértice en el objeto y lados que pasan por dos posiciones nuestras, es menor cuanto más lejos está el objeto. Lo mismo sucede con la Luna, está tan lejos, que cuando nos desplazamos de un lugar a otro, lo que ella se mueve en relación a nosotros es despreciable y nos parece que no se movió respecto de nosotros, dando la ilusión de estar siguiéndonos. Es lógico, la distancia que podemos recorrer de un lugar a otro, es despreciable frente a los 400 mil Km. de distancia a la que se encuentra[1]

Para mi proyecto final me gustaría partir de esta ilusión óptica y traducirla literalmente en el video, el que la Luna te siga.
Para ello, me interesa crear una atmósfera onírica en la que exista cierta ambigüedad entre mis dos personajes principales: la Luna y la persona corriendo. El diálogo entre estos se dará a partir de subtítulos, el lugar donde se suscitará mi video será en calles oscuras y no habrá mucho cambio de planos.
Independientemente de todo, me interesa que tanto el proceso como la resolución sea muy experimental, el audio y la secuencia (como cambio de cuadros y planos) los iré resolviendo conforme corra el video.




[1] Paolera Della Pablo, ¿Por qué la Luna me sigue? (En línea) Disponible en internet en la dirección: https://paolera.wordpress.com/2010/05/13/por-que-la-luna-me-sigue/ 

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