Reseña del primer capítulo de Historia del cine mundial de George Sedoul.
Es increíble el hecho de poder hacer
una retrospectiva en la historia de algo que nos parece ahora tan inmediato y
cercano como lo es la fotografía o el cine y darse cuenta de lo brillante que
fue llegar a ellos. Me imagino lo
maravilloso que debió de haber sido para alguien que no conoce ni ha visto nada
parecido, ver por primera vez una foto o una película, casi tan maravilloso como
el ver la luna por primera vez en la prehistoria (no me extraña que la hayan
creído un dios los aztecas). La luna, aunque nos siga resultando sublime
(porque lo es) ya no roba nuestra atención como antes y no es que haya dejado
de ser más bella, tal vez ya se esconde y se pierde en las luces artificiales
de las ciudades, aunque estas últimas también debieron de maravillar a los
primeros que las vieron.
Creo que es importante estar
conscientes de esto cuando retrocedemos en la historia del hombre y pensar en
el camino que se ha recorrido para llegar a esa inmediatez y cercanía que
mencioné antes. Todo resulta tan fácil ahora si pensamos en el pasado.
Tal vez el hombre se aburre demasiado
rápido, siempre busca más, quiere saber y controlar todo, ¡pero qué cansancio!
Vivir en esta época no sé si sea una
maldición o una bendición, puedo saberlo todo con un click, pero ya me es
aburrido.
Actualmente las industrias de todo tipo
nos tienen tan aturdidos que no apreciamos su maravilla, sin embargo, la
fotografía y la cinematografía han sido invenciones tan asombrosas que nos
siguen cautivando al grado de participar y formar parte, casi en todos, sino es
que en todos los ámbitos de interés para el hombre, el arte, entre uno de
ellos.
El video y la foto juegan un papel muy
importante en el arte contemporáneo, he ahí las fotos y videos de Namuth mostrando
a Pollock pintar, ¡Imaginen tener videos de los maestros del renacimiento pintando
o esculpiendo!
Estos medios permitieron una nueva
visión del arte, me atrevo a decir inclusive que la inclusión de ambos estimuló
de cierto modo el origen de performances y happenings, de estos últimos la
necesidad de crear y destruir y señalar lo efímero de la vida resultó
contradictorio con el uso de fotos y videos, que sugieren regresar al momento,
lo que nos lleva a algo extraordinario: ¡fuimos capaces de detener el tiempo y
de ver fantasmas!
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